Por esos ojos de acero
que escondes cada vez que volteas a mirarme,
escondido entre la hojarasca
esa lengua bífida que sisea mi nombre,
probando al viento,
mi aroma, mi sabor.
Ojos enigmáticos
en los que me invitas a perderme,
guiada tan sólo por el poder de tus letras cálidas,
en este fuego misterioso.
Dibujame con tus manos trazo a trazo,
delíneame una y otra vez,
hasta que las páginas se desgasten más y más.
Por esos ojos que son mi fuente de inspiración,
tu voz es apenas un murmullo,
que se desvanece como humo entre mis dedos,
y nuevamente pronuncio tu nombre
soñándote despacio.
4 comentarios:
Hermoso, tierno, poema que rebozan gracia, encanto, penas, inteligencia, como las de Cornelia, la Madre de los Gracos, de la antigua Roma....simplemente precioso..
La fuente de inspiración la ví en tus ojos... Otra vez gracias por compartir...
"borrame y redibujame otra vez,
hasta que las páginas de mi cuaderno se
desgasten más y más..."
me encantó.
Dibujame con tus manos,
trazo a trazo,... eres soltera...dime no? :D
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