Mareas

.


Caían lentas las horas,
tiñendo de ocasos al viento
avanzando lento,
en la nostalgia de la piel.




Mordía el tiempo... angustiada
con la voz quebrada de tedio.




Y en su mirada, bailaba tenue
a horcajadas la luz, apagada
en ella se bebían los miedos
alimentándose hambrientas,
como aves a la deriva.




Eran de un mar negro, profundo
aturdido por nubes y niebla
poblados de recuerdos.




De vez en cuando germinan
en gotas de rocío,
con la brisa fresca de la noche
lloraba lágrimas, de azul profundo.




Eran las noches de ardor
las que torturaban.


Y se miraba en los espejos preguntándose
las veces que fue,
ella sin él.


Veía el tiempo avanzando lento,
como si no importara
doliendo suave,
y con la voz cansada.


Murmuraba con besos
con sabor, a dolor indecible
como olas de piedras
que golpean, pero no rompen.


Así vivía existiendo, Así.




.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Escríbeme tus gotas de lluvia.